… y la influencia

Inicialmente, antes de ver el contador y empezar a hablar de ello, quería hablar de la influencia, de cómo las líneas de este blog pueden llegar a tener una difusión que no me había parado a pensar hasta hace unos días.

Se habla de que nuestra capacidad de influencia se estratifica en tres grados, nuestros amigos (o en este caso los visitantes a este blog, aunque desde el primer día junto al contador aparecen xxxxx familiares y amigos), los amigos de nuestros amigos y los amigos de los amigos de nuestros amigos (uff vaya lio!!! que cantaba Objetivo Birmania …)

Por otro lado está el Número de Dunbar, sobre el que he oído hablar en dos ocasiones en muy corto espacio de tiempo, según el cual el número máximo de relaciones que podemos mantener de manera que exista un grado de comunicación/influencia/cercanía en ambos sentidos que sea óptimo, se contabiliza en unos 150 (y aplica esta máxima a amistades “físicas” y amistades “virtuales”).

Cruzando ambas, obtenemos la nada despreciable cifra de 3375000, casi nada!!! potencialmente la capacidad de influencia de un individuo podría llegar hasta otros tres millones y pico de individuos más. Contagio de ideas para bien y para mal que además se ve potenciada por la comunicación en redes sociales y otras plataformas que han derribado grandes barreras en la comunicación.

Cuando hace días pensaba en el tema e hice la cuenta, me acordé entonces de los que en su dia se llamaron los Apostoles Verdes de Al Gore y si cada uno de ellos habría logrado influir en sus tres millones y pico de potenciales individuos influenciables (PPI). Con apenas diez o doce hubieran abarcado la población española, pongamos que fuesen necesarios veinticinco para corregir los solapamientos que pudieran producirse. ¿apuestas?

Sin ánimo de polemizar, solo era un ejemplo, lo que si pensé es en la enorme capacidad de contagiar hábitos/mensajes/ideas que tenemos a poco que nos empeñemos en contarlas. Y mirad que hay maneras. Ideas que enfocadas a mejorar la sociedad, pueden contraprogramar el bombardeo permanente de   mensajes que van en otro sentido.

Puede inconscientemente este era otro de los propósitos de los remiendos, cerrar la brecha entre el querer y el poder, hacerme transmitir mensajes y buscar contagios. Acercar distancias aunque sean virtuales.

El contador …

No es que merezca convertirse en efemérides pero hace unos dias los Remiendos para la Brecha alcanzaron las 10.000 visitas. Visitantes en estos casi dos años y medio han sido algunos menos porque por suerte los hay asiduos, y la verdad es que sorprende ver los paises desde los que llegan hasta los remiendos, tanto que dudo si se llegará a entender medianamente lo que cuento, pero eso si, componen un mapa bastante preciso de la existencia de otra gran brecha, la digital y es que no en todos los paises la facilidad, por unos y otros motivos, para conectarse a internet es la que imaginamos.

El cómo llegan, no lo se pero lo intuyo por las palabras que a través de los buscadores hacen que muchos, de chiripa en una búsqueda de información sobre otros temas, acaben aqui, ciertamente no se si encuentran lo que buscan, nadie se ha reportado nunca. Eso si, para los  malpensados os diré que ahi destacan dos Nahuaterique y Lenca.

Y eso recuerda dónde y porque surgieron los remiendos, cual era su objetivo por aquel entonces y hace que de vez en cuando yo mismo recorra algunos de los artículos y recuerde paisajes, lugares, personas que me han ido ayudando a construir los remiendos, siendo en muchos casos protagonistas de los mismos.

Gracias a todos por darme cosas que contar … por darme ideas que construir ( y a veces no acabar de desarrollar ni escribir), por enhebrarme la aguja para hacer remiendos.

 

 

45 de Mayo (sobre el tiempo)

Y 45 días sin publicar nada.

Tiempo más que suficiente para que llegara el número 2 de Orsai y estemos ya casi casi con el 3.

Tiempo para haber asistido a uno de los movimientos más frescos, espontáneos y a la vez esperados de los últimos años y que a buen seguro marcará el futuro de nuestra sociedad, el 15M.

Tiempo de nuevas elecciones y de constatar que lejos de innovar, llevamos años en bucle interminable que repite mensajes, formatos, debates y por supuesto, caras .. y para algunos, desengaños.

Tiempo para nuevos proyectos, nuevas metas, nuevas ideas, nuevas herramientas y renovadas ilusiones para tratar de llevarlas a cabo.

Tiempo en definitiva es lo que ha pasado en estos 45 días, tiempo empleado en  mil y una cosas, un largo y efímero tiempo, pero sobre todo el tiempo ha pasado para constatar que para algunas cosas, nuestro tiempo ya ha pasado. Por suerte llegan nuevos tiempos y no parecen que nos pillen con el tiempo cambiado.

¿y del tiempo? No, de eso no hemos hablado